Como cuidar tu encimera.

 

La encimera es la superficie de la cocina en la que preparamos los alimentos, de manera que trabajamos sobre ella a diario. Por lo tanto, es un elemento vulnerable a sufrir deterioro con el paso del tiempo.

Dependiendo del tipo de material que escojas para tu encimera, ésta será más o menos resistente y requerirá unos cuidados específicos.

Si estas interesado en conocer sus diferencias, entonces te recomendamos que leas atentamente nuestro artículo sobre » ¿Qué encimera elegir para mi cocina? «.

No obstante, sea cual sea tu encimera, si le das los cuidados adecuados, logarás que se mantenga perfecta e impecable durante muchos años.

Hoy te traemos unos pequeños consejos que has de incorporar en tu rutina para que tu encimera se conserve como el primer día:

 

  1. Limpieza diaria:

Es importante que cojas el hábito de la limpieza conforme vayas utilizando tu cocina, así como lo hacen los grandes chefs. Una cocina limpia es una cocina feliz.

Estaremos especialmente pendientes de retirar las salpicaduras de aceite y líquidos para que no sean absorbidas, dejando manchas permanentes en tu encimera.

 

 

 

  1. Protégela de las altas temperaturas:

Evita el contacto directo con ollas, sartenes y bandejas calientes. Para ello puedes utilizar un soporte salva encimeras o un paño de cocina.

 

  1. Utiliza una tabla de cortar:

El uso continuo de cuchillos y utensilios de cocina afilados sobre la superficie de tu encimera pueden acabar dañándola con el paso del tiempo. Evita arañazos empleando una sencilla tabla.

 

  1. Cuidado con la lejía, productos químicos y desengrasantes:

Para esta limpieza diaria de la que hablamos, recomendamos utilizar una bayeta humedecida en agua y jabón. Una vez hayas terminado, recuerda siempre secar la superficie con un trapo y ¡quedará reluciente!

Desecha la idea de elegir productos agresivos y corrosivos puesto que acabarán dañando el material de tu encimera y evita el empleo de estropajos para prevenir rayaduras.

No obstante, si alguna vez requieres de una limpieza más exhaustiva y no te queda más remedio que emplearlos… recuerda disolverlos en agua y utilizar la parte trasera del estropajo.

 

  1. No repulir la encimera:

Las encimeras, en su proceso de fabricación, llevan tratamientos especiales de protección contra humedades y calor. Si pulimos la encimera destruimos esta barrera, dejándola débil y sin su brillo original.